1 Para sanar nuestro Cuerpo Fisico debemos alinearnos con nuestra Tierra - interna y externamente, acudimos a la ayuda del Arcangel Rafael.
Inhalamos y exhalamos profundamente y nos dejamos inundar por la presencia del Arcangel Rafael, dejando que su presencia penetre especialmente en nuestros huesos, en todo nuestro esqueleto y tambien en todas las otras partes físicas, las mas densas de nuestro cuerpo (organos, tejidos, celulas, etc.).
2. Para sanar nuestro Cuerpo Emocional, nos alineamos con nuestraAgua e invocamos la presencia del Arcangel Gabriel.
Inhalamos y exhalamos profundamente y nos dejamos bañar por el Agua, nos sumergimos en ella,n os dejamos abrazar por el agua, como si estuvieramos en un útero. Y sentimos la cálida presencia del Arcangel Gabriel sanando nuestras emociones, limpiando las penas y dolores de nuestra alma.
3. Para sanar nuestro Cuerpo Mental, nos centramos en nuestro Aire, y pedimos ayuda al Arcangel Uriel.
Inhalamos y exhalamos profundamente y nos dejamos envolver en la delicada presencia del Arcangel Uriel, custodio del Reino Mental.Sentimos que nuestra mente se despeja,se aclara,se libera de preocupaciones y pesares.
4. Para sanar nuestro Cuerpo Espiritual, nos centramos en nuestroFuego e invocamos la altisima presencia del Arcangel Miguel.
Inhalamos y exhalamos profundamente y nos dejamos envolver en las majestuosas alas del Arcangel Miguel. Un rayo azul y luminoso desciende sobre nosotros e infunde la presencia celestial en nuestro cuerpo espiritual, cubriendonos de un velo sagrado.
Con este ejercicio podemos armonizar nuestros Cuatro Cuerpos. Si luego del ejercicio te encuentras en paz, disfruta de ese momento. Quedate un rato así. Sin hacer nada. Sin moverte. Solo respirando y permaneciendo en la presencia de la paz que te envuelve.
Tres ejercicios chinos para armonizar los órganos internos.
Los tres ejercicios tienen como finalidad, movilizar la energía y activar el buen funcionamiento de los órganos internos, dándoles una mayor capacidad de rendimiento debido a que ayudan a eliminar los bloqueos físicos y energéticos. Realizar los ejercicios lentamente con una respiración adecuada armoniza la alquimia interna sin esfuerzo alguno, solo son necesarios unos minutos al día y una buena disposición en la práctica para beneficiarnos del potencial de la energía vital que poseemos, mejorando nuestra salud y aumentando las capacidades físicas y mentales.
1. Ampliar la respiración:
Sitúate de pie con las piernas separadas al ancho de los hombros. Coloca los brazos abiertos a la altura de los hombros con las palmas de las manos hacia arriba. Inspira profundamente y con suavidad, y al soltar el aire cierra los brazos, cruzándolos de modo que las palmas toquen los omoplatos. Al mismo tiempo dobla ligeramente las rodillas. Repítelo de cinco a diez veces.
Beneficios: Este ejercicio distribuye la energía de los pulmones por todo el cuerpo, libera la tensión de los hombros, la opresión en el pecho y estimula las funciones vitales.
2. Vigorizar la vista:
Sitúate de pie con las piernas separadas a lo ancho de las caderas y con las palmas de las manos a los lados de éstas. Gira lentamente la cabeza hacia la izquierda, tanto como sea posible, a la vez que inspiras. Al volver la cabeza a la posición inicial, exhala con suavidad. Seguidamente realízalo por el lado derecho. Repite cinco veces el ejercicio por cada lado.
Beneficios: Fortalece los músculos del contorno de los ojos, vigoriza la vista y refuerza el sistema nervioso central.
3. Estimula los riñones:
Sitúate de pie con las piernas separadas a modo de arco, con el torso erguido y relajado. Inspira profundamente mientras abres el brazo izquierdo con el dedo índice hacia arriba, como si apuntaras con un arco. Simultáneamente lleva la mano derecha hacia el hombro como si estuvieses tensando el arco, y expulsa el aire manteniendo la posición. Lleva las manos hacia el pecho y realízalo hacia el otro lado. Repítelo cinco veces por ambos lados.
Beneficios: Este ejercicio fortalece los riñones, mejora las funciones respiratorias y digestivas.
Ejercicios Terapèuticos para superar odio, ira, rencor, envidia ...
1. BOTE TODO SU ODIO
Cuando vamos al baño diariamente nos deshacemos de nuestros residuos tóxicos, sólidos y líquidos. De no hacerlo así moriríamos irremediablemente. Hacer consciente esta liberación nos resulta muy terapéutico a nivel físico.
Pero ocurre que en nuestro interior llevamos inmensas dósis de veneno anímico y emocional. Esto es producto de emociones negativas que no hemos sentido y expresado adecuada y oportunamente.
De este modo nos inundamos, por ejemplo de odio, ira, rencor, resentimiento y envidia. Podemos descargarnos de semejante proceso de intoxicación emocional dándonos cuenta de esa realidad y tomando la decisión de expulsar ese veneno que intoxica el alma. Lo llevamos a cabo cada vez que vamos al baño y nos decimos a nosotros mismos: "voy a botar mis residuos tóxicos pero tambien a expulsar todo el veneno anímico que llevo en mi interior".
Este ejercicio es muy terapéutico a nivel mental y psíquico y se trataría de introducir un hábito cotidiano en nuestra agenda diaria que no nos implica ninguna dificultad y si nos trae excelentes beneficios.
2. LA SILLA VACÌA.
En casa podemos trabajar las emociones mediante el ejercicio de la silla vacía este ejercicio es un hallazgo muy valioso de la psicología Gestalt.
Siéntese en una silla o asiento y coloque en frente una silla vacía. imaginariamente, siente en la silla vacía a una persona con la cual tenga motivos de odio, ira, rencor, envidia o resentimiento no resueltos.
Exprésele a esa persona imaginaria que ha puesto al frente toda la carga emocional que tiene contra ella.
Después, siéntese en la silla vacía; imagine que usted es la otra persona y responda lo que ha escuchado. Regrese a la primera silla y continué con la expresión de sus emociones a la persona que ha imaginado en la silla vacía, regrese a la silla vacía y desde allí conteste. Repita las veces que sean necesarias para que esta práctica le permita liberarse del infierno emocional que pesa en su interior.
